Intención arquitectónica
El sitio actual estaba abandonado y era escenario de autos quemados y todo tipo de contrabando. La importancia del diseño arquitectónico parecía tan esencial y, para una arquitectura "de tipo bunker" en aquellos barrios en los que a veces ocurren famosas escenas mediáticas, ¡hemos preferido una intervención "tortuga"!
El proyecto toma un vocabulario vegetal: acero corten como evocación de la tierra se combina con espacios verdes. Cinco conchas como monolitos se encuentran en la pendiente para marcar las entradas y fachadas de edificios invisibles.
La valla de diseño arquitectónico crea esta vibración de luz y sombras que se encuentra en el borde del bosque: lo invisible a lo visible, a las vistas frontal y lateral.
"Lejos de separarse, sublima la transición visual y física entre el sitio y su entorno y así santifica el estadio".
Por lo tanto, con la estética de esta valla, entendemos que no se trataba simplemente de cerrar, delimitar o erigir una barrera entre el estadio y el resto del mundo: la concepción del edificio y la arquitectura significa sobre todo crear vínculos.
Además, desde un punto de vista "práctico", la selección de un material como el acero corten es una opción sostenible ya que es estable en el tiempo, naturalmente duradero y fácil de mantener: después de lijar (por ejemplo, un graffiti...), la pátina se regenera a sí misma.
Finalmente, aprovechando la gran superficie del campo de fútbol y el clima mediterráneo, la producción de energía geotérmica se vuelve obvia. Este sistema nos ha permitido optimizar el confort y la ventilación de ambos edificios, gestionar las necesidades de agua caliente e implementar la calefacción por suelo radiante para evitar el problema de los radiadores a menudo degradados en edificios públicos.